La escena es un retrato brutal del colapso y la deshumanización en Cuba. Un hombre, un trabajador, fallece sobre su bicitaxi en plena jornada laboral y su cuerpo permanece abandonado durante horas en una calle céntrica de Camagüey, a la vista de todos, cubierto apenas por unos trozos de nailon. Este trágico suceso no es solo una noticia, es el símbolo de un sistema donde la dignidad humana parece haberse perdido por completo.
El hecho, reportado por el medio independiente La Hora de Cuba, ocurrió el jueves alrededor de las 11:00 am en la intersección de las calles General Gómez y San Miguel, bajo un calor asfixiante de 34 °C que se sentía como 39 °C. El hombre simplemente colapsó sobre su herramienta de trabajo y de vida.

Una Muerte a Plena Luz del Día: El Abandono en Plena Calle
La respuesta de las autoridades, o la falta de ella, fue lo que transformó la tragedia en indignación. Según testigos, un oficial de policía se acercó, le tomó el pulso y sentenció: «está muerto». No hubo intento de primeros auxilios, no hubo llamado urgente a una ambulancia. Simplemente lo taparon y el cadáver permaneció allí hasta la 1:30 pm, más de dos horas después, expuesto a la mirada de decenas de curiosos.

La Indignación Ciudadana: «¿Por Qué no lo Llevaron al Hospital?»
La inacción policial desató una ola de críticas en redes sociales. Los ciudadanos cuestionaron duramente que un policía, sin ser médico, pudiera declarar a alguien muerto. La pregunta que todos se hacían era si una intervención a tiempo podría haberlo salvado.
«No son médicos, no pueden declarar muerto a alguien sin que lo revise un profesional de la salud. Quizás era una hipoglucemia, un desmayo, o algo reversible si se actuaba a tiempo», cuestionó una trabajadora sanitaria. Otro usuario sentenció con rabia: «Lo dejaron tirado como si fuera basura».

«Tenía 56 Años»: La Historia Personal Detrás de la Tragedia
La tragedia se hizo aún más personal cuando una joven que se identificó como su nieta de crianza, Tahimi Carballo, desmintió que fuera un anciano. «Solo tenía 56 años, estaba aparentemente bien», escribió, añadiendo que llevaba más de 20 años en ese oficio. «El estrés que se vive día a día pasa facturas», concluyó, resumiendo el sentir de un país entero.

El Reflejo de un Sistema Colapsado
Este incidente va más allá de un caso aislado. Expone las condiciones infrahumanas de los bicitaxistas, obligados a pedalear durante horas por pagos irrisorios, sin acceso a alimentos, medicinas o atención médica adecuada. Las autoridades les prohíben instalar motores eléctricos, condenándolos a un esfuerzo físico extremo.
La muerte de este bicitaxista en Cuba y el posterior abandono de su cuerpo son la metáfora de un país donde la red de protección social se ha desintegrado, dejando a los ciudadanos en una lucha solitaria por la supervivencia, una lucha que para muchos, como para este hombre de 56 años, termina de la forma más cruel y solitaria: en medio de la calle.