El Ejército Occidental dirige una ‘Operación Limpieza’ en la capital, donde el fracaso de los servicios comunales y la acumulación de desechos agravan la crisis sanitaria.
El Ejército Occidental de Cuba encabeza desde hace semanas las operaciones de recogida de basura en diversos barrios de La Habana, en un intento por contener el colapso del sistema comunal y la crítica acumulación de desechos que afecta a la ciudad. Soldados, oficiales y trabajadores civiles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) ejecutaron recientemente un «golpe de higienización» en el Consejo Popular Colón, como parte de la denominada «Operación Limpieza».

La Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana destacó en sus redes sociales que los militares trabajaron «incansablemente» junto a delegados y vecinos, en una jornada calificada como «necesaria para proteger la salud del pueblo». Esta intervención militar coincide con el lanzamiento de la «Operación Campana», un plan piloto de recogida nocturna de basura en zonas con cableado eléctrico soterrado. No obstante, las autoridades admiten que el déficit de equipos y la escasez de combustible siguen siendo obstáculos principales para estabilizar el servicio.

La situación sanitaria en La Habana se ha vuelto un tema de máxima prioridad, hasta el punto de que el presidente Miguel Díaz-Canel ha encabezado reuniones de emergencia para exigir «control y disciplina». Aunque el gobierno reporta la recogida de cientos de miles de metros cúbicos de basura en una campaña intensiva, los basureros improvisados y los contenedores desbordados siguen siendo una imagen común. La militarización de esta tarea civil refleja la profundidad de la crisis de gestión urbana y la creciente dependencia de las estructuras castrenses para funciones que antes correspondían a la administración local.














