La comunidad de Torriente, en el municipio matancero de Jagüey Grande, amaneció de luto este viernes tras conocerse el brutal asesinato de Yamila, una joven madre que perdió la vida apuñalada presuntamente por su pareja. El crimen, atribuido a celos según testigos, deja en la orfandad a tres niñas pequeñas y ha generado indignación entre vecinos y familiares.
El femicidio ocurrido en la noche del jueves se suma a una alarmante tendencia de violencia de género en Cuba, donde organizaciones de la sociedad civil independiente han documentado decenas de casos similares en lo que va de 2025. Plataformas como Yo Sí Te Creo en Cuba y la Red Femenina de Cuba mantienen registros propios ante la falta de estadísticas oficiales transparentes y actualizadas sobre este flagelo.
Especialistas en el tema señalan que el incremento de la violencia machista está directamente relacionado con el deterioro del contexto socioeconómico, que exacerba tensiones intrafamiliares y limita las opciones de escape para mujeres en situación de riesgo. Activistas y familiares de las víctimas exigen justicia inmediata para Yamila y reclaman la implementación de políticas efectivas de prevención, incluyendo una ley integral contra la violencia de género y la creación de refugios para mujeres amenazadas.













