Un video de TikTok que muestra la rutina matutina de una madre cubana en la isla ha encendido un debate sin precedentes en las redes sociales, cuestionando la percepción generalizada sobre la vida cotidiana en Cuba y el acceso a ciertos lujos. La publicación de la usuaria @adri.vlog01 ha desatado una ola de comentarios que van desde la incredulidad hasta la crítica, forzando una reflexión sobre las diversas realidades económicas y sociales que coexisten en el archipiélago.
Como periodista que ha cubierto de cerca la diáspora cubana y las políticas migratorias, y como alguien que ha vivido en la isla antes de establecerse en España y, finalmente, en EE.UU., estas conversaciones no son nuevas para mí. Sin embargo, la viralidad de estos contenidos en plataformas como TikTok subraya la profunda desconexión entre las experiencias de quienes viven en Cuba y las expectativas de la comunidad en el exterior, así como la complejidad de un país donde la subsistencia y la ostentación pueden, a veces, presentarse de forma simultánea.
Contexto de la Realidad Cubana: Más Allá de la Granola
Para comprender por qué la rutina de una madre cubana enciende un debate sobre la vida en Cuba, es fundamental situarla en el contexto socioeconómico actual de la isla. Cuba atraviesa una de sus peores crisis económicas en décadas, marcada por la escasez crónica de alimentos, medicinas y productos básicos, una inflación galopante y la depreciación constante de su moneda nacional. La mayoría de los cubanos dependen de las «libretas de abastecimiento» para obtener una canasta básica insuficiente, y muchos complementan sus ingresos mediante «inventos» o la ayuda familiar desde el exterior. El acceso a bienes y servicios de lujo, o incluso a productos básicos con regularidad, está restringido a una minoría.
Mi propia experiencia viviendo en Santa Clara y luego en La Habana me hizo testigo de cómo la población se las arregla día a día. Los largos días buscando qué «resolver», las colas interminables y la frustración generalizada eran parte del paisaje cotidiano. Por eso, cuando se viralizan imágenes que difieren de esta narrativa, la sorpresa y el escepticismo son reacciones esperadas.
El Video Viral: Una Mirada Detallada a la Rutina «Inesperada»
El video de @adri.vlog01 comienza con un desayuno que, para muchos cubanos, sería un verdadero banquete: yogur de fresa con granola. Este detalle, aparentemente trivial, se convierte en un símbolo del contraste, ya que productos como la granola o el yogur de sabores específicos no son de fácil acceso en las tiendas estatales y, si lo son, sus precios son prohibitivos para el salario promedio. Mi memoria de la isla me lleva a las mañanas con café con leche y pan, cuando había, o quizás solo café solo, algo muy distinto a lo que se ve en la pantalla.
La joven continúa su rutina ordenando su habitación y cambiando la ropa de cama de la cuna de su bebé, destacando su gusto por la limpieza. Luego, se prepara un café con crema, un lujo adicional. El siguiente paso en su día incluye salir a vender ropa que confeccionó, lo que sugiere una actividad de emprendimiento en el sector privado, una vía que algunos cubanos han encontrado para generar ingresos más allá del salario estatal. Más tarde, opta por pedir pizzas a domicilio, asegurando que las recibe en 40 minutos, una eficiencia en el servicio que también sorprende a muchos.
Finalmente, el video culmina con la recepción de productos de la marca Olaplex, conocida por sus precios elevados y su estatus de lujo en el cuidado capilar. Este último detalle refuerza la imagen de una vida con acceso a bienes de consumo de alta gama, que para la mayoría de los cubanos resultaría inalcanzable. Es precisamente esta secuencia de eventos y productos la que alimenta la pregunta central del debate: «¿Pero eso es Cuba o EE.UU.?».
La Controversia en Redes: Cuba vs. EE.UU. y la Percepción de la Abundancia
La sección de comentarios del video se convirtió en un campo de batalla de percepciones. Algunos usuarios expresaron directamente su incredulidad, sugiriendo que la vida mostrada por la influencer no corresponde con la imagen generalizada de Cuba. Frases como “Eso es Cuba o USA? Tan mal no vive” o “¿Pero ella vive en Cuba? Porque vive como toda una millonaria y come como toda una persona sin necesidades económicas” reflejan un choque directo con la narrativa de escasez que domina la información sobre la isla.
Sin embargo, también surgieron voces que defendían la autenticidad del video, argumentando que no todos en Cuba viven en la «miseria» y que existen personas en «perfectas condiciones, incluso mejor que nosotros afuera». Estas afirmaciones, aunque minoritarias en el discurso público, son cruciales. Como periodista, he observado cómo estas visiones polarizadas se amplifican en el ecosistema digital, donde la brecha entre la realidad vivida y la percibida a menudo se ensancha. Para muchos en la diáspora, y lo digo por experiencia propia tras haber vivido en la isla y luego en España antes de llegar a EE.UU., la imagen de un desayuno con granola y yogur o pedir pizzas a domicilio, sin las interrupciones constantes por la escasez, es algo que choca con la memoria colectiva de la «lucha diaria», especialmente cuando se compara con las dificultades económicas que se enfrentan incluso en países con economías más estables. No es un secreto que en Miami, donde resido ahora, muchos cubanos trabajan incansablemente para lograr una estabilidad que, irónicamente, estas imágenes «de lujo» en Cuba parecen emular sin el mismo esfuerzo.
Múltiples Cubas: Desmontando Estereotipos y Realidades Paralelas
El debate provocado por la rutina de una madre cubana revela una verdad incómoda para muchos: la existencia de «múltiples Cubas». Lejos de ser una sociedad homogénea, la isla alberga una compleja estratificación económica. Si bien la mayoría de la población enfrenta serias dificultades, un segmento, aunque pequeño, ha logrado prosperar gracias a diversos factores:
- Remesas Familiares: Las transferencias de dinero desde el extranjero, principalmente de Estados Unidos, son una fuente vital de ingresos para muchas familias. Estas remesas, a menudo enviadas por familiares que han emigrado, permiten el acceso a productos y servicios a precios del mercado negro o en las cada vez más escasas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC). Mi propia experiencia con las remesas cuando vivía en España, tratando de ayudar a mi familia en Cuba, me mostró el poder transformador de esta moneda «extraoficial». Según un estudio de The Havana Consulting Group, se estima que las remesas a Cuba han superado los 3.500 millones de dólares anuales en algunos periodos, constituyendo una inyección económica crucial para quienes las reciben.
- Sector Privado y Emprendimiento: El auge de los «cuentapropistas» o pequeños empresarios, aunque con muchas restricciones y desafíos, ha permitido a algunos cubanos generar ingresos significativamente mayores que el salario estatal. La venta de ropa, como la mencionada en el video, la gastronomía (incluyendo pizzerías a domicilio), y los servicios de belleza son ejemplos de nichos donde algunos han encontrado éxito. Este sector, aunque limitado, es un motor económico que el gobierno cubano ha intentado controlar y, a veces, expandir con cautela.
- Turismo y Conexiones Internacionales: Aquellos con acceso al turismo o con contactos en el extranjero pueden beneficiarse de la economía informal, la venta de productos importados o el acceso a bienes que no están disponibles para el ciudadano común.
- Ayuda y envíos: Muchos cubanos reciben paquetes con productos desde el exterior, lo que les permite acceder a artículos difíciles de encontrar o muy caros en la isla. Los productos Olaplex, por ejemplo, suelen llegar a Cuba por esta vía.
La paradoja de estas imágenes se entiende mejor cuando recordamos los desafíos diarios que afrontábamos, y que la mayoría sigue afrontando, en la isla. La «capacidad de resolver», un cubanismo que denota ingenio y adaptabilidad, se ha transformado en un sistema complejo donde la moneda fuerte y las conexiones internacionales son factores clave.
El Rol de los Influencers y las Redes Sociales en Cuba
Los influencers cubanos, como @adri.vlog01, juegan un papel cada vez más relevante en la configuración de las percepciones sobre la vida en la isla. Plataformas como TikTok e Instagram ofrecen una ventana al mundo que antes era impensable para muchos cubanos, pero también presentan una realidad curada y, a veces, distorsionada.
Estos creadores de contenido se enfrentan a un delicado equilibrio. Por un lado, muestran una faceta de Cuba que el gobierno podría usar para proyectar una imagen de normalidad o incluso prosperidad, desafiando la narrativa de la oposición sobre el colapso total. Por otro lado, al exponer un estilo de vida inalcanzable para la mayoría, corren el riesgo de generar resentimiento o incredulidad. Este dilema ético y periodístico es algo que he analizado a lo largo de mi carrera: ¿están mostrando una realidad o una fachada? Es una pregunta que muchos, tanto dentro como fuera de la isla, nos hacemos constantemente.
Análisis de Impacto y Consecuencias del Debate
El debate generado por la rutina de una madre cubana en las redes tiene varias capas de impacto. Para la diáspora, especialmente la que ha emigrado recientemente, estas imágenes pueden ser una fuente de frustración. Muchos han abandonado la isla buscando precisamente esas comodidades que ahora ven exhibidas por algunos que permanecen. Esta dicotomía puede generar preguntas sobre los sacrificios hechos y la validez de la decisión de emigrar, así como una incomprensión de cómo, bajo el mismo sistema, pueden existir realidades tan dispares.
Para quienes viven en Cuba y enfrentan la escasez diaria, la exposición de un estilo de vida tan diferente puede alimentar el resentimiento o la esperanza, dependiendo de su situación. Es una muestra palpable de la desigualdad social y económica, un tema delicado en una sociedad que se proclama igualitaria. Desde un punto de vista sociopolítico, el gobierno cubano podría intentar capitalizar estas imágenes para proyectar una normalización o incluso éxito económico, minimizando la percepción de la crisis.
Sin embargo, la realidad es que estas «rutinas de lujo» son excepciones y no la regla, y dependen en gran medida de un flujo de capital externo que es, a su vez, una consecuencia directa del exilio cubano. La paradoja es que la diáspora, a través de sus remesas, indirectamente sostiene y permite estas pequeñas burbujas de bienestar que luego se viralizan, mientras la mayoría sigue luchando por lo básico.
Preguntas frecuentes sobre la vida cotidiana en Cuba y la percepción en redes sociales
¿Es posible tener una vida cómoda en Cuba como lo muestran algunos influencers?
La vida cómoda que algunos influencers muestran en las redes sociales es una realidad para un porcentaje muy pequeño y específico de la población cubana. La gran mayoría de los cubanos enfrenta dificultades económicas significativas, y los lujos como los desayunos con granola, los productos importados o el servicio a domicilio frecuente no son la norma. La desigualdad en el acceso a productos y servicios es una constante en la isla, fuertemente influenciada por el acceso a remesas, el emprendimiento en el sector privado o conexiones al turismo.
¿Por qué algunos usuarios dudan de la autenticidad de los videos virales sobre Cuba?
La duda sobre la autenticidad de estos videos se debe a la notoria discrepancia entre lo que se muestra y la realidad que la mayoría de los cubanos vive día a día. Muchos usuarios, tanto en la isla como en el exilio, consideran que las imágenes de abundancia y comodidad no reflejan la vida cotidiana en Cuba, donde la escasez de productos básicos, las interrupciones de servicios y las dificultades económicas son problemas crónicos. Esta percepción es particularmente fuerte entre quienes han emigrado y conocen de primera mano las carencias del sistema.
¿Cuál es la percepción de los cubanos sobre la vida en el extranjero comparada con la vida en Cuba?
La percepción varía significativamente y es un tema de constante debate en la diáspora. Generalmente, los cubanos en el extranjero afirman que, a pesar de las dificultades y la necesidad de «echar pa’lante» en un nuevo país, tienen acceso a más oportunidades, una mayor estabilidad económica y la posibilidad de obtener productos básicos sin escasez, algo impensable en Cuba. Sin embargo, también hay una idealización, a menudo nostálgica, de la vida en la isla, mencionando la «tranquilidad» o la vida en comunidad, aunque esta visión es frecuentemente cuestionada por otros que recuerdan la falta de libertades y la precariedad de la vida diaria en el país.
¿Qué impacto tienen las redes sociales en la percepción de la vida en Cuba?
Las redes sociales han transformado radicalmente la percepción de la vida en Cuba. Han creado un espacio dinámico donde se confrontan diversas realidades y narrativas. Mientras algunos, como la influencer del video, muestran una vida de relativa comodidad que puede no ser representativa, otros utilizan estas plataformas para denunciar las carencias, las violaciones de derechos humanos y las dificultades que enfrentan. Esto genera debates constantes sobre la autenticidad de las experiencias compartidas y la «verdadera» realidad cubana, influyendo tanto en la opinión pública internacional como en la autoestima y las expectativas de la población dentro de la isla. La transparencia forzada por las redes sociales, aunque a menudo imperfecta, es un fenómeno relativamente nuevo y poderoso.
Conclusión: Un Espejo de la Complejidad Cubana
La rutina de una madre cubana en TikTok que enciende el debate sobre la vida en Cuba es más que un simple video viral; es un reflejo de la compleja y fragmentada realidad de la isla. Subraya las profundas desigualdades económicas y las diversas vías que algunos cubanos han encontrado para navegar una crisis que para muchos otros resulta asfixiante. También pone de manifiesto el poder de las redes sociales para desafiar narrativas establecidas y abrir espacios de discusión, aunque estas discusiones a menudo estén cargadas de incredulidad y frustración.
Como periodista experto en la diáspora y las realidades migratorias, entiendo que estas imágenes, por muy auténticas que sean para sus protagonistas, representan una porción ínfima del día a día cubano. Sin embargo, su impacto es innegable. Nos obligan a mirar más allá de los estereotipos y a reconocer que, incluso en los contextos más difíciles, la vida sigue encontrando formas de manifestarse, a veces de manera sorprendente, y que la búsqueda de una vida mejor es una constante que impulsa a millones de cubanos, tanto dentro como fuera de la isla. El debate continuará, y con él, la necesidad de un análisis periodístico riguroso que no ignore ninguna de las múltiples «Cubas» que existen.














