La ciudadanía estadounidense, para muchos el sueño de una nueva vida, no es irrevocable. La Operación «False Heaven» (Falso Cielo o Falso Refugio) es una iniciativa interagencial que demuestra este principio, dedicada a identificar y procesar a individuos que obtuvieron la naturalización mediante fraude, especialmente al ocultar antecedentes delictivos graves.
El caso de Orlando Chávez, un cubano de 43 años, es un ejemplo paradigmático. Chávez mintió bajo juramento en su solicitud de ciudadanía y durante la entrevista con el USCIS, negando haber cometido delitos. Sin embargo, en 2019 fue condenado en un tribunal estatal por dos cargos de abuso infantil, relacionados con hechos ocurridos en 2014.
La investigación de ERO Miami, en el marco de «False Heaven», cruzó esta información y un jurado federal lo declaró culpable de fraude de naturalización y uso de un certificado obtenido ilegalmente. Su ciudadanía fue revocada, allanando el camino para su futura deportación.
Lanzada en 2019, «False Heaven» utiliza grupos de trabajo contra el fraude de documentos para escrutar las naturalizaciones, cruzando datos estatales y federales. Su objetivo declarado es «proteger la integridad del sistema de inmigración» y garantizar que quienes cometieron delitos atroces no encuentren refugio en la ciudadanía estadounidense.
El caso de Chávez sirve como una severa advertencia de que el proceso de naturalización, basado en la buena fe, puede ser revertido si se descubre que se cimentó sobre mentiras, particularmente aquellas que esconden un peligro para la comunidad.













