En sus primeras declaraciones en Miami, el disidente cubano hizo un enérgico llamado a la acción conjunta y criticó la pasividad internacional frente al régimen de La Habana
El opositor cubano José Daniel Ferrer lanzó este lunes un enérgico llamado a la unidad de todos los cubanos para «acabar con la dictadura lo antes posible», durante su primera comparecencia ante la prensa tras el destierro forzado, realizada en la sede de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) en Miami. El mensaje, lleno de autocrítica, análisis geopolítico y sentido de urgencia, marcó su primera declaración pública tras haber sido desterrado por el régimen cubano.
«Todos tenemos culpa, todos los cubanos, tenemos culpa de que hayan durado tanto tiempo. Los que estamos en el exilio, los que están en Cuba, los cubanos todos, los de dentro y los de la diáspora», expresó Ferrer al reconocer que el inmovilismo también ha sido parte del problema. Su mensaje también incluyó duras críticas a gobiernos y organismos internacionales por su pasividad frente al régimen cubano.
El opositor denunció que, salvo algunas excepciones, «casi toda Latinoamérica ha jugado un rol muy lamentable» frente al régimen cubano, incluyendo gobiernos de derecha. También reprochó a la Unión Europea por tratar al régimen «como si se tratase de un gobierno democrático», pese a sus alianzas con Rusia, China e Irán. «Se olvidan de que es aliado de Rusia y que hasta hay muchos cubanos peleando por Putin en Ucrania», advirtió.
Ferrer se refirió también a la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba y recordó que, durante gobiernos anteriores, hubo «demasiada tibieza» en la relación con la dictadura. «En algún momento lo apoyé, porque no hacerlo era un suicidio político para los que estábamos presos, pero está demostrado que esos acercamientos no funcionaron», sentenció.
Sobre el futuro inmediato, fue categórico: «Las condiciones son muy favorables para que de una vez y por todas nos alineemos los cubanos de dentro y de fuera que queremos la libertad y la democracia, y hagamos que se muevan los actores del mundo libre». Aseguró que no se trata solo de un interés cubano, sino de una necesidad global, y reiteró su intención de seguir trabajando por «la mayor unidad y efectividad dentro y fuera de Cuba».
Ferrer defendió la necesidad de pasar a la acción y acorralar al régimen con métodos pacíficos, pero activos: grafitis, mensajes públicos, movilización social. «La policía política no debe dormir un momento», afirmó. Según dijo, solo una presión sostenida logrará sacar a los presos políticos de las cárceles y movilizar a la comunidad internacional.














