Patrick Brady, de 42 años, sufrió un paro cardíaco mientras combatía las llamas en Brooklyn. Las autoridades examinan si colillas y encendedores hallados en un apartamento son el origen del fuego.

El Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) investiga si la práctica de fumar en la cama pudo haber desencadenado el incendio que resultó en la muerte del bombero veterano Patrick Brady en Brooklyn el pasado sábado. Un video obtenido por medios locales muestra el interior carbonizado del apartamento en el edificio de Brownsville donde se originó el siniestro, revelando lo que podrían ser pruebas cruciales.

«Veo encendedores en la cama», declaró anónimamente el superintendent del edificio, añadiendo que la residente del apartamento admitió haberse quedado dormida. «Ella fumaba. Tenía cigarrillos en el cenicero. Ella me dijo: ‘Oh, me quedé dormida, estaba durmiendo, estaba durmiendo'», relató el trabajador. Si bien estos indicios apuntan a una posible causa, un portavoz del FDNY se limitó a confirmar que todos esos elementos «son parte de la investigación en curso» que llevan a cabo los marsicales de bomberos.


La tragedia se cobró la vida de Patrick Brady, de 42 años, quien se encontraba en la azotea del edificio combatiendo las llamas cuando sufrió un paro cardíaco y colapsó. Fue trasladado de urgencia al Brookdale Hospital Medical Center, donde fue declarado muerto. Brady, que se unió al FDNY en 2014 y estaba asignado a la Ladder 120, era considerado un profesional dedicado y un héroe por sus compañeros.
El domingo, su viuda, Kara, junto con sus dos hermanos, también bomberos, Jimmy y Brian, participaron en una conmovedora ceremonia en su estación de bomberos en Brownsville, donde se colocaron crespones negros en su honor. La investigación continúa mientras la comunidad de bomberos y la ciudad de Nueva York lloran la pérdida de uno de los suyos, un recordatorio trágico de los riesgos que enfrentan estos servidores públicos cada vez que responden a una llamada de emergencia.














