Congresistas demócratas de Estados Unidos han encendido las alarmas solicitando una investigación federal sobre un presunto desvío de 10 millones de dólares de fondos públicos estatales hacia Hope Florida, la organización benéfica encabezada por Casey DeSantis, esposa del gobernador de Florida, Ron DeSantis. Esta situación ha generado una considerable controversia y cuestionamientos sobre el manejo de recursos estatales.
Petición Formal para Indagar en Hope Florida
Los legisladores federales por Florida, Darren Soto y Kathy Castor, han tomado la iniciativa enviando una carta formal. En ella, instan a Juliet Hodgkins, inspectora general interina del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés), y a Mehmet Oz, administrador de los programas Medicare y Medicaid, a que se realice una «indagatoria urgente».
Los demócratas basan su petición en lo que describen como una «reciente investigación partidista» llevada a cabo por la Legislatura local, así como en diversos reportes de prensa, incluyendo uno del Miami Herald. Estos informes sugieren que el gobernador DeSantis habría canalizado 10 millones de dólares de dinero público a Hope Florida, la fundación de su esposa.
La Ruta del Dinero: Del Estado a un PAC Político
Según la misiva de los congresistas, los fondos en cuestión provendrían de un acuerdo extrajudicial alcanzado por el Gobierno estatal con la empresa Centene. Este acuerdo estaba relacionado con un caso legal que involucraba a la Agencia para la Administración de la Atención Médica de Florida (AHA).
Posteriormente, se alega que 8,5 millones de dólares de este acuerdo fueron transferidos desde Hope Florida a un comité de acción política (PAC). Este mismo PAC, señalan, también habría realizado donaciones al Partido Republicano de Florida. «La malversación de dólares de Medicaid requiere una investigación inmediata», escribieron Soto y Castor, enfatizando que estos recursos «le pertenecen por derecho a los contribuyentes estatales para servir a los ciudadanos que dependen de Medicaid, incluyendo niños, embarazadas, y vecinos con discapacidad». La investigación a la fundación de Casey DeSantis se centra en este complejo entramado financiero.
Crece la Controversia: Renuncias y Defensa Gubernamental
La polémica se intensificó con la noticia de la renuncia de James Holton, quien fuera presidente de la organización Save Our Society From Drugs. Holton dimitió después de que Amy Ronshausen, directora de dicha asociación, aceptara 5 millones de dólares provenientes de la fundación de Casey DeSantis, pero presuntamente no reportara el gasto adecuadamente.
En medio de este torbellino, el gobernador Ron DeSantis y la primera dama Casey DeSantis organizaron un evento esta semana para defender la labor de Hope Florida. Según su acta constitutiva, la fundación tiene como objetivo reducir la dependencia de las personas de bajos ingresos de la ayuda gubernamental. «Hope Florida es una historia de éxito. Reinventa la forma en la que el gobierno ayuda a aquellos con necesidad al conectarlo con ayuda disponible en nuestras comunidades. Es una alternativa conservadora al Estado de bienestar», afirmó el gobernador.
Implicaciones Legales y Cuestionamientos Estatales
La transferencia de estos recursos ha generado serios cuestionamientos al gobierno de DeSantis, incluso por parte de algunos republicanos. La ley de Florida es clara al exigir que los fondos obtenidos a través de acuerdos se depositen en un fondo fiduciario estatal o en el fondo de ingresos generales. Es entonces cuando los legisladores tienen la potestad de determinar cómo se pueden gastar dichos fondos, un procedimiento que, según las acusaciones, no se habría seguido en este caso.