El gobierno cubano continúa construyendo hoteles a pesar de la drástica caída del turismo, un fenómeno que, según análisis del economista Pedro Monreal, beneficia a corporaciones estatales a través de ventajas fiscales y aduaneras, mientras la infraestructura hotelera permanece mayoritariamente ociosa.
El turismo en Cuba: un sector en crisis
A pesar del discurso oficial que promueve un turismo próspero como motor de desarrollo económico y empleo, la realidad en Cuba contradice esta afirmación. El economista cubano Pedro Monreal ha expuesto, a través de publicaciones en X (antes Twitter), la ineficiencia del modelo turístico cubano, que prioriza las ganancias de corporaciones estatales sobre el bienestar social. La expansión desmesurada de complejos turísticos, como el cuadruplicado de la capacidad hotelera en Ciego de Ávila en solo dos años, es un ejemplo de esta problemática.
Según Monreal, este «modelo de negocios inmobiliario» considera los hoteles como vehículos de inversión para las corporaciones cubanas, maximizando el rendimiento de activos gracias a su posicionamiento estratégico, monopolio y apoyo estatal, independientemente de la gestión turística real.
El hecho de que las construcciones se contraten «llave en mano» a empresas extranjeras y la operación turística se subcontrate a cadenas internacionales indica que no se prioriza la gestión interna de la actividad turística.
Cifras que revelan la realidad
Los datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) corroboran el declive del turismo. Hasta junio de 2025, llegaron 1.306.650 viajeros a Cuba, 319.654 menos que en el mismo periodo de 2024. La disminución de visitantes internacionales es aún más significativa, con una reducción del 25% (327.799 turistas menos).
Mercados clave como Rusia y Canadá muestran fuertes caídas. Esta situación, según Monreal, demuestra que la inversión turística supera los ingresos generados por el sector, utilizando recursos de otras áreas económicas.
En el primer trimestre del año, la ocupación hotelera apenas llegó al 24.1%, lo que implica que más del 75% de la infraestructura hotelera permanece sin uso. Las corporaciones estatales se benefician de fondos de inversión estatales, ventajas fiscales y aduaneras, a pesar de la subutilización de los recursos turísticos.
La percepción del turista
La caída del turismo no solo se debe a factores económicos, sino también a la percepción de los turistas. Comentarios en redes sociales muestran quejas sobre la falta de servicios básicos, el mal estado de las infraestructuras y la falta de alegría en el ambiente. La realidad cubana, lejos del paraíso socialista idealizado, disuade a muchos turistas potenciales.
En resumen, la inversión millonaria en infraestructura hotelera en Cuba contrasta con la baja ocupación y la crisis económica del país. Un modelo que parece beneficiar a corporaciones estatales a expensas del desarrollo turístico sostenible y el bienestar de la población cubana.
Verdaderas razones por las cuales los turistas ya no eligen Cuba
Inversión millonaria en hoteles vacíos