María Victoria Gil afirma que su hermano niega todos los cargos en un proceso judicial que se realizará a puerta cerradas para ocultar «verdades incómodas».
La hermana del exministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, ha levantado la voz para denunciar la opacidad del proceso judicial que enfrenta su hermano. En una entrevista con Telemundo 51, María Victoria Gil aseguró que su hermano “ha negado desde el primer momento todos los delitos que se le imputan”, entre los que se incluye el grave cargo de espionaje, que según el Código Penal cubano puede conllevar cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
Desde Tenerife, donde reside, la también abogada y expresentadora de televisión relató que el proceso contra Gil Fernández se inició en febrero de 2024, cuando fue destituido de su cargo y sometido a una investigación por el Ministerio del Interior (MININT). “Mi hermano fue separado de sus funciones el 2 de febrero y un mes después el noticiero estelar anunció que sería investigado por graves errores. Desde entonces, el silencio ha sido absoluto”, explicó.
El exministro, quien se encuentra en prisión provisional desde hace más de un año y medio, enfrenta una extensa lista de acusaciones que incluyen espionaje, malversación, cohecho, evasión fiscal, lavado de activos y falsificación de documentos públicos. La Fiscalía presentó las actuaciones ante el Tribunal Supremo Popular el pasado 31 de octubre, dando paso a un juicio que, según su hermana, se celebrará antes de que finalice el año.
María Victoria alertó que el proceso se realizará a puerta cerrada, una decisión que atribuye al interés del régimen cubano de evitar que salgan a la luz “verdades incómodas”. “Han puesto el delito de espionaje precisamente para tener el amparo legal que les permita hacer un juicio cerrado. Mi hermano sabe muchas cosas que no convienen a mucha gente que se sepan”, denunció.
Aunque no ahorró críticas a la gestión económica de su hermano, a quien calificó como “el arquitecto de la Tarea Ordenamiento y del desastre económico de Cuba”, María Victoria insistió en que no debe ser utilizado como chivo expiatorio del fracaso del régimen. “Cuando Cuba sea libre y tenga un gobierno democrático, él y toda la cúpula deberán responder ante el pueblo, pero no puede ser juzgado ahora por sus propios verdugos”, afirmó.
La abogada lamentó profundamente la falta de independencia judicial en la isla: “En Cuba no hay división de poderes. Es el Estado el que acusa, juzga y condena. Por eso ya esa sentencia de cadena perpetua está dictada”, aseguró. Finalmente, hizo un llamado al apoyo internacional para exigir un juicio público y transparente, reconociendo que, aunque su hermano cuenta con un abogado defensor, “poco puede hacer ante una decisión política de esa magnitud”. “Lucharé por la verdad aunque no tenga esperanza. Mi hermano está destruido, pero merece defenderse ante el pueblo cubano”, concluyó.














