La violencia machista continúa cobrando vidas en la isla. La cifra de feminicidios en Cuba ascendió a 19 en lo que va de 2025, tras la confirmación de dos nuevos asesinatos por parte de los observatorios independientes YoSíTe Creo en Cuba (YSTCC) y el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT). Ambos crímenes, ocurridos en zonas rurales, exponen la creciente vulnerabilidad de las mujeres lejos de los centros urbanos y la persistente falta de protección institucional.
Estos casos no son solo estadísticas; son el reflejo de una crisis social que el Estado se niega a nombrar. Mientras las activistas luchan por visibilizar y tipificar el feminicidio, el gobierno presenta cifras que, aunque alarmantes, no abarcan la totalidad del problema y evitan utilizar el término, una omisión que en la práctica se traduce en impunidad y desprotección.
Las Víctimas: Historias Detrás de los Números
Las dos víctimas más recientes eran jóvenes, estudiantes y madres, cuyas vidas fueron truncadas de forma brutal, dejando a sus hijos en la orfandad.
- Melisa Rivero Bacallao, 24 años (Matanzas): Fue asesinada el 8 de julio cerca de su comunidad en Limonar. Los observatorios confirmaron que, además del asesinato, fue víctima de agresión sexual. Melisa deja un hijo menor de edad.
- Leysi Liettis Cascaret Casero, 22 años (Santiago de Cuba): Estudiante de Ciencias Médicas, fue asesinada el 7 de junio en su propia casa por su pareja. Su bebé, de apenas un mes y medio, queda ahora sin su madre y con un padre implicado en el crimen.

La Brecha Rural y la Negación Oficial
Ambos feminicidios ocurrieron en contextos rurales, donde el acceso a redes de apoyo, servicios de protección y una respuesta institucional rápida es extremadamente limitado. Esta realidad incrementa el riesgo para las mujeres, como denuncian constantemente las plataformas feministas.
⚫️ #AlertaFeminicida #Matanzas y #SantiagodeCuba
— Alas Tensas (@AlasTensas) July 15, 2025
Verificamos dos #feminicidios ocurridos en zonas rurales, uno de ellos con el agravante de violencia sexual.
La cifra de la violencia machista en 2025 asciende a 19 feminicidios. También se registra un asesinato de un hombre por… pic.twitter.com/SjyU8cRzBv
La situación contrasta con el discurso oficial. Mientras organizaciones como Alas Tensas documentan meticulosamente cada caso, el gobierno cubano se resiste a tipificar el feminicidio como un delito específico en el Código Penal. En su informe de 2024, el Observatorio oficialista (OCIG) reconoció 76 «homicidios intencionales» de mujeres por razones de género, una cifra superior a la registrada por las plataformas independientes, pero evitando siempre el término «feminicidio».
El propio informe gubernamental de 2024 revela la gravedad del problema: el 73.7% de los crímenes ocurrieron en los hogares de las víctimas y 70 menores quedaron huérfanos. La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas fueron las provincias con más casos, demostrando que ninguna región escapa a esta plaga. La negativa a reconocer el feminicidio por su nombre es una barrera más en la lucha por la justicia y la prevención de la violencia contra las mujeres en la isla.