El perfil de los delitos cometidos por impostores de ICE ha experimentado un preocupante cambio cualitativo en 2025, evolucionando desde estafas financieras relativamente simples hasta delitos violentos de extrema gravedad. Un análisis de casos judiciales revela al menos ocho incidentes donde la suplantación de identidad sirvió como medio para cometer violaciones, asaltos armados y secuestros.
En Carolina del Norte, Carl Bennett, de 37 años, aprovechó su supuesta condición de agente para amenazar con deportar a una mujer si no accedía a sus demandas sexuales en un motel. Mientras, en Brooklyn, Leon Howell, de 43 años, violó y golpeó brutalmente a una mujer hispana de 51 años después de identificarse como agente de ICE.
Pero quizás el caso más emblemático de violencia armada ocurrió en Delaware, donde dos hombres enmascarados con chalecos de ICE detuvieron un vehículo usando luces policiales falsas y asaltaron al conductor a punta de pistola y cuchillo. Los responsables permanecen prófugos.
Estos casos han llevado a fiscales locales a pedir mayor intervención federal. «Necesitamos que el Departamento de Justicia asuma un papel más activo en el enjuiciamiento de estos delitos», señaló el concejal de Fresno, Miguel Arias.













