Washington y Beijing han confirmado la finalización de un nuevo acuerdo comercial, estableciendo un marco para aliviar las tensiones económicas. Según fuentes de la Casa Blanca, el pacto garantiza a Estados Unidos el acceso a tierras raras provenientes de China, un conjunto de minerales vitales para la industria tecnológica y de defensa. A cambio, el gobierno de Xi Jinping obtendrá el levantamiento de ciertas medidas restrictivas y contramedidas no arancelarias.
El Ministerio de Comercio de China corroboró que los términos del acuerdo, sellado en la última ronda de negociaciones en Londres, ya están definidos y que el país asiático procederá a la revisión de solicitudes de exportación para estos bienes estratégicos.
¿Cuáles son los términos clave del nuevo pacto?
Tras intensas negociaciones, los equipos de ambas potencias han logrado concretar los detalles del documento. Un portavoz del Ministerio de Comercio chino confirmó la noticia a través de un comunicado oficial.
- Compromiso de China: El gobierno chino se compromete a «revisar y aprobar las solicitudes de exportación de bienes controlados que cumplan con las condiciones con arreglo a la ley». Esta declaración es una referencia directa a las tierras raras, cuya producción global es dominada por China y sobre las cuales se impusieron restricciones de venta a principios de abril.
- Compromiso de EE.UU.: A cambio del acceso a tierras raras, Estados Unidos «cancelará una serie de medidas restrictivas que tomó contra China». Aunque no se especificaron los detalles, se espera que esto alivie la presión sobre sectores tecnológicos chinos. El Departamento de Comercio de EE.UU. supervisará la implementación de estos cambios.
Este avance es resultado directo de la llamada entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping el pasado 5 de junio, que desbloqueó el diálogo y permitió la reunión de sus equipos comerciales. Las negociaciones han sido objeto de un intenso seguimiento mediático y público, generando todo tipo de reacciones.
Un historial de aranceles y acusaciones
El acuerdo de Londres busca poner fin a una escalada de tensiones que amenazaba con un embargo comercial total. Previamente, ambas naciones se acusaron de incumplir una tregua de 90 días pactada en Ginebra. Washington denunció que Beijing no cumplía su parte al limitar las exportaciones de tierras raras, mientras que China señaló a EE.UU. por restringir la venta de chips de inteligencia artificial (IA) y software de diseño de semiconductores.
La guerra comercial, iniciada por Trump en 2018, llevó a una imposición de aranceles sin precedentes. El nuevo marco de trabajo, según apuntó el líder republicano, incluiría un arancel estadounidense del 55% a productos chinos y uno del 10% por parte de Beijing a bienes norteamericanos, cifras que ahora buscan estabilizarse con este pacto.
El entendimiento actual representa un paso crucial para normalizar las relaciones comerciales entre las dos mayores potencias económicas del mundo, aunque su éxito dependerá de que ambas partes cumplan con los consensos alcanzados por sus líderes.