La vida bajo el comunismo es un tema que genera un intenso debate global, y en Cuba, esta realidad se vive con una complejidad y matices que rara vez se capturan en narrativas simplistas. Un reciente video de la influencer y periodista argentina Melina Moriatis (@melimoriatisfit) ha reavivado la discusión, mostrando testimonios directos de cubanos sobre cómo es su día a día en un sistema socialista. Las respuestas, a menudo crudas y emotivas, ofrecen una ventana invaluable a una realidad socioeconómica que desafía las percepciones externas.
El Pulso de la Calle: Voces Cubanas sobre el Comunismo
En un clip de apenas un minuto y medio, Moriatis interpela a ciudadanos de diversas edades con la pregunta: «¿Cómo es vivir en el comunismo?». Las reacciones son variadas, pero un patrón de frustración y lucha por la supervivencia se destaca prominentemente. Un hombre, sin dudar, calificó el sistema como «lo peor del mundo», sentenciando que «vives para sobrevivir, simplemente no tienes mentalidad para divertirte ni para conocer la vida». Esta afirmación encapsula la sensación de estancamiento y la erosión de las aspiraciones personales que muchos experimentan.
Otro joven, con evidente cautela, expresó: «Eso es malísimo, de hecho no eres libre (…) no puedo hablar tanto porque tú sabes que me puedo buscar un problema». Esta declaración subraya la atmósfera de miedo y autocensura que prevalece en la isla, donde la crítica abierta al sistema puede acarrear graves consecuencias. La falta de libertad de expresión y la vigilancia estatal son aspectos recurrentes en los relatos de quienes viven bajo regímenes autoritarios, y Cuba no es la excepción. De hecho, organizaciones de derechos humanos han documentado numerosos casos de detenciones y represalias contra ciudadanos que expresan disidencia.
La salud, promocionada como uno de los pilares del comunismo cubano, también fue objeto de crítica. Una joven mujer reconoció la gratuidad del servicio, pero inmediatamente contrapuso la dura realidad: «Tú vas a un hospital y no está el medicamento que necesitas». Este testimonio refleja la precaria situación del sistema de salud cubano, afectado por la escasez crónica de medicinas e insumos básicos, una realidad que contrasta fuertemente con la imagen que el gobierno proyecta hacia el exterior.
Hubo también una voz discordante, un joven que defendió la seguridad en las calles: «Es muy seguro, aquí no hay violencia (…) puedes salir tranquilo». Sin embargo, esta percepción choca con el creciente número de denuncias y reportes, incluyendo los de nuestro propio medio, CiberCuba, sobre un incremento en la violencia y la inseguridad en diversas provincias de la isla. La brecha entre la narrativa oficial y la experiencia cotidiana de los cubanos es cada vez más palpable.
Otros testimonios adicionales, como «No tenemos nada» o la contundente afirmación de un anciano: «Yo no se lo sugiero a nadie, nací en el 53 y se la regalo completa», pintan un panorama de desesperanza y resignación. Estas frases, cargadas de la sabiduría y el hastío de una vida entera bajo el mismo sistema, son quizás las más reveladoras.
Melina Moriatis: Un Espejo de la Realidad Cubana
El video de Moriatis no es un incidente aislado, sino parte de una serie de contenidos que la influencer ha publicado desde su llegada a Cuba en julio. Estos clips han ganado una inmensa tracción en plataformas como TikTok, acumulando cientos de miles de visualizaciones y generando un debate polarizado en los comentarios.
En videos anteriores, Moriatis ha contrastado la idílica imagen turística de la isla con escenas de deterioro urbano, la acumulación de basura y la pobreza generalizada, como se documentó en un reportaje previo de CiberCuba. También expuso la dura realidad económica al mostrar lo que un médico cubano puede comprar con su salario en una tienda en MLC (Moneda Libremente Convertible): apenas seis productos por 17.55 USD, una cifra que ella misma calificó de «locura». La visita a un gimnasio en La Habana, donde las instalaciones deterioradas y la falta de luz contrastaban con el precio de 1.200 pesos por día, completó un panorama de precariedad generalizada.
El Poder Adquisitivo y la Escasez Crónica en el Comunismo en Cuba
Los testimonios y las observaciones de Moriatis se alinean con un contexto de creciente descontento social y una crisis económica sin precedentes en Cuba. La incapacidad del salario medio para cubrir las necesidades básicas se ha vuelto una constante. Según datos del Banco Central de Cuba, la inflación ha disparado los precios de los alimentos y bienes de primera necesidad, haciendo que productos como el pollo o incluso un helado sean considerados lujos inalcanzables para muchos, especialmente para los adultos mayores, como ha evidenciado el proyecto Aliento de Vida en La Habana.
Esta situación no es solo una cuestión de precios, sino también de escasez estructural. Los anaqueles vacíos en las tiendas, las largas filas y los constantes apagones son parte del paisaje diario. La economía planificada centralmente y la falta de incentivos productivos han llevado a una disfunción sistémica que afecta cada aspecto de la vida del cubano promedio. La dependencia de las importaciones y las ineficiencias en la producción interna agravan un problema que parece no tener solución a corto plazo.
Libertades Personales y el Desgaste Social
Más allá de lo económico, la restricción de las libertades individuales sigue siendo una marca indeleble del comunismo en Cuba. La declaración de un joven temiendo represalias por hablar abiertamente es un reflejo de la censura y la vigilancia que imperan. Los ciudadanos viven con el temor constante de ser señalados o castigados por expresar opiniones críticas, lo que asfixia el debate público y la posibilidad de una sociedad más abierta.
El agotamiento y la pérdida de esperanza son sentimientos generalizados, tal como lo han recogido diversos reportajes y testimonios ciudadanos. Los apagones, la escasez y la inflación, sumados a la imposibilidad de influir en las decisiones políticas, generan un cansancio profundo en la población. La migración masiva de cubanos en los últimos años es un claro indicador de esta desesperanza, con miles arriesgando sus vidas en busca de mejores oportunidades y libertades en otros países.
Análisis Comparativo y el Rol de las Narrativas
El debate generado por los videos de Moriatis y otros reportajes similares revela la existencia de narrativas contrapuestas sobre la realidad cubana. Mientras algunos usuarios defienden el sistema, atribuyendo los problemas al embargo estadounidense y resaltando aspectos como la seguridad, otros critican duramente el modelo, señalando sus fallas intrínsecas y la privación de libertades.
«El comunismo es pobreza», «No pueden ni siquiera opinar» o «Si los descubren hablando mal del régimen, los meten presos» son frases que se repiten con frecuencia en los comentarios, evidenciando una profunda desconexión con las narrativas oficiales.
Por otro lado, la comparación con modelos como el de China, que ha integrado elementos de mercado en su economía bajo un sistema político comunista, a menudo se usa como argumento. Sin embargo, la escala, la historia y las circunstancias geopolíticas de Cuba son significativamente diferentes, lo que hace que una aplicación directa de esos modelos sea inviable o, al menos, mucho más compleja. La particularidad del comunismo en Cuba se ha forjado en un aislamiento y una persistencia ideológica que pocos otros países han mantenido.
Perspectivas Futuras y el Desafío de la Realidad
Las publicaciones de influencers como Melina Moriatis, junto con el trabajo de medios independientes como CiberCuba, desempeñan un papel crucial al ofrecer una plataforma para las voces silenciadas. Estos contenidos contribuyen a un debate internacional más informado sobre la realidad cubana, y son una referencia crítica para entender, desde testimonios reales, cómo se vive hoy en la isla bajo el actual sistema político y económico.
El futuro de Cuba es incierto, pero la creciente visibilidad de las dificultades cotidianas y la expresión del descontento, a pesar de los riesgos, sugieren que la presión por un cambio es cada vez mayor. La comunidad internacional, la diáspora cubana y, fundamentalmente, el propio pueblo cubano, continúan buscando caminos para superar los desafíos que impone un sistema que, según sus propios ciudadanos, los condena a «vivir para sobrevivir».
Fuentes y Referencias Adicionales:
- CiberCuba: «Tomar un helado o tener siempre café con leche se ha vuelto un lujo en Cuba».
- Amnistía Internacional: Informes sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.
- Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH): Publicaciones sobre represión y detenciones en la isla.
- ECLAC (Comisión Económica para América Latina y el Caribe): Informes económicos sobre Cuba.














