En un movimiento sin precedentes, el gobernador Gavin Newsom firmó el 20 de septiembre una ley que convierte a California en el primer estado en prohibir el uso de máscaras faciales a agentes de ICE durante operativos migratorios. La medida, que entrará en vigor en enero de 2026, busca combatir el alarmante aumento de casos de suplantación de agentes federales.
Los senadores estatales Scott Wiener y Jesse Arreguín, impulsores de la legislación, argumentaron que «el aumento de operaciones policiales con máscaras ya ha estimulado una peligrosa actividad de imitación que pone en riesgo a comunidades enteras».
Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional respondió de inmediato, declarando la ley «inconstitucional» y anunciando que no será acatada por los agentes federales. Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos del departamento, calificó la medida como «un intento flagrante de poner en peligro a nuestros agentes en un momento de creciente violencia contra ellos».
La pugna legal entre California y el gobierno federal promete intensificarse en los próximos meses, con varios grupos de derechos civiles preparando demandas para apoyar la posición estatal.













