El colapso del sistema eléctrico cubano se agudiza, con apagones generalizados que afectan a toda la isla. La Unión Eléctrica (UNE) ha reconocido un déficit de generación que supera los 1,700 MW, una cifra que se dispara respecto a las proyecciones previas. La situación se agrava por la salida de servicio de unidades clave en termoeléctricas como Felton, Mariel, Nuevitas y Renté, además de la paralización de numerosas centrales de generación distribuida por falta de combustible.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por maquillar la crisis con discursos y actos conmemorativos, la realidad es tozuda. El breve «respiro» energético que se vivió hace unos días, coincidiendo con el aniversario del natalicio de Fidel Castro, ha quedado atrás. La dependencia de inversiones externas y un modelo de gestión ineficiente, que el gobierno de Miguel Díaz-Canel se muestra reacio a cambiar, son las causas fundamentales de esta prolongada crisis energética. La falta de transparencia en las cifras de la UNE y la credibilidad mermada de la empresa estatal solo aumentan la desconfianza de la ciudadanía, que sufre las consecuencias de una gestión deficiente.
## Apagones en Cuba: La crisis eléctrica se intensifica en pleno agosto
Cuba se enfrenta a una grave crisis eléctrica, marcada por apagones generalizados que afectan a toda la isla. La Unión Eléctrica (UNE) ha admitido un déficit de generación que supera los 1,700 megavatios (MW), una cifra que contrasta con las proyecciones anteriores y que genera gran preocupación entre la población.
La Nueva Realidad de los Apagones en la Isla
La UNE reconoció recientemente que el déficit real de generación en la isla alcanzó los 1,794 MW en un solo día, superando en más de 100 MW las estimaciones previas. Este desajuste se atribuye a la salida de emergencia de la unidad 3 de la CTE Renté y a un repunte inesperado en la demanda.

La credibilidad de la empresa estatal, responsable de la distribución eléctrica, se ha visto seriamente afectada. El flujo constante de datos contradictorios sobre el déficit de generación ha generado un profundo escepticismo entre los ciudadanos, quienes denuncian la falta de transparencia y el manejo propagandístico de la información.
«Y siguen con la demanda superior a lo planificado. Están a la cara o planifican la demanda para el invierno de Canadá», comentó un usuario en redes sociales, reflejando el sentir general de descontento.
Además, se cuestiona si el reciente «respiro» eléctrico, que coincidió con las celebraciones por el aniversario del líder Fidel Castro, respondió a mejoras reales en el sistema o fue un montaje para honrar su memoria. La realidad post-celebración ha devuelto al país a cifras críticas de afectación, con apagones prolongados desde la madrugada.
Para la noche de este domingo, la UNE pronostica un déficit de 1,645 MW, lo que se traduciría en una afectación total de 1,715 MW, revirtiendo cualquier mejora temporal y devolviendo al país a la crítica situación de semanas anteriores.
La falta de combustible y la paralización de unidades generadoras clave evidencian que el problema de fondo no se resuelve con discursos. La gestión del gobierno de Miguel Díaz-Canel parece incapaz de ofrecer soluciones efectivas a una crisis que impacta directamente en la vida cotidiana de los cubanos.
En conclusión, la crisis eléctrica en Cuba persiste como un reflejo de la ineficiencia y la falta de inversión, mientras la población sigue sufriendo las consecuencias de un sistema energético al borde del colapso.