Magdiel Jorge Castro solicita a Rodrigo Paz Pereira que revise su caso y reconozca la arbitrariedad de una expulsión que, denuncia, fue ordenada para complacer al régimen cubano.
Desde su exilio en Madrid, el activista y comunicador cubano Magdiel Jorge Castro ha dirigido una carta abierta al nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, solicitando la revisión de su caso y justicia por lo que califica como una «expulsión arbitraria» ordenada en diciembre de 2022 por el entonces gobierno de Luis Arce Catacora. Castro alega que su remoción forzada del territorio boliviano, donde residía legalmente, fue una decisión política tomada bajo la presión del régimen cubano, vulnerando el debido proceso y la libertad de expresión.
El 19 de diciembre de 2022, la Dirección General de Migración notificó a Castro la Resolución SCD-562/22, que ordenaba su expulsión y le prohibía el ingreso al país por tres años. La medida se basó en una supuesta “alteración del orden público” derivada de sus opiniones en redes sociales, aunque el documento no describió hechos concretos ni presentó pruebas. El activista señaló que la resolución incluso invocó numerales inexistentes de la ley de migración, evidenciando su falta de sustento legal.
Una Revocatoria Ignorada y una Nueva Expulsión Ilegal
El 21 de diciembre, Castro interpuso un Recurso de Revocatoria en Santa Cruz de la Sierra, argumentando la inexistencia de una causal válida y la violación de múltiples artículos constitucionales. La autoridad migratoria acogió su recurso y suspendió la medida, reconociendo tácitamente la falta de fundamentos. Sin embargo, en un giro que Castro atribuye a la intervención directa del poder ejecutivo, el 29 de diciembre se le notificó una nueva resolución (SCD-589/22) que reinstalaba la expulsión y la prohibición de ingreso, sin aportar nuevos hechos o motivación.
“Así se consumó un acto contradictorio e ilegal, ejecutado bajo instrucción del entonces presidente Luis Arce Catacora y operativizado por el ministro Eduardo del Castillo”, escribió el activista en su carta. Castro vinculó directamente su caso con la Cumbre del ALBA-TCP celebrada en esos días en La Habana, a la que asistieron Arce y Miguel Díaz-Canel, sugiriendo que su expulsión “respondió a un contexto de alineamiento político con el régimen cubano”.
Un Pedido de Reparación Simbólica
Magdiel Jorge Castro aclaró que su solicitud al presidente Paz Pereira no busca una restitución material, sino “un acto de reparación simbólica y moral”. Pidió que la actual administración reconozca públicamente la arbitrariedad de la medida y ordene la revisión oficial de las resoluciones en su contra.
“Mi expulsión, señor Presidente, no solo me afectó personalmente, también afectó la imagen y el prestigio institucional de Bolivia, al poner su aparato migratorio al servicio de una decisión política de un gobierno extranjero”, afirmó. El comunicador, quien recibió el apoyo de la Defensoría del Pueblo boliviana y de organizaciones como Amnistía Internacional, expresó su confianza en que la revisión de su caso “honrará la memoria democrática del país”. Su pedido representa una prueba temprana del compromiso del nuevo gobierno con los derechos humanos y la soberanía judicial, frente a lo que él describe como una censura impuesta por un gobierno extranjero.














