El régimen cubano anunció la desconexión de una patana turca generadora de electricidad en el puerto de La Habana, una medida que evidencia la creciente crisis energética en la isla y las dificultades para mantener en operación las costosas plataformas flotantes alquiladas a Karadeniz Holding.
Desconexión de la patana turca en La Habana: Una señal de la crisis energética cubana
Las autoridades cubanas informaron este sábado sobre la desconexión de una patana de 240 megavatios (MW) ubicada en la Bahía de La Habana. Lázaro Guerra, director de Energía Eléctrica, atribuyó la decisión a "razones comerciales", sin proporcionar detalles adicionales. Esta falta de transparencia ha generado críticas y demandas de explicaciones por parte de la población cubana.

La medida, que se suma a la retirada de otras plataformas flotantes similares, representa una pérdida significativa de capacidad de generación eléctrica para Cuba, equivalente a la producción de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la mayor del país. Esta situación exacerba los ya prolongados apagones que sufre la isla, con cortes que llegan a alcanzar las 30 horas continuas en algunas provincias.
Contexto de la crisis y reacciones
En julio, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció ante el Parlamento las dificultades financieras para mantener operativas las patanas. Admitió que solo se habían realizado pagos mínimos para su funcionamiento durante julio y agosto, planteando interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo de estos contratos.
Las patanas, inicialmente presentadas como una solución temporal a la crisis eléctrica, se han convertido en otro símbolo de la ineficiencia del gobierno cubano. La falta de transparencia en torno a los contratos con Karadeniz Holding, la empresa turca propietaria de las plataformas, aumenta la preocupación pública y la incertidumbre sobre el futuro del suministro eléctrico en el país.
El experto Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, predijo en marzo de 2024 que las dificultades de Cuba para operar las patanas se agravarían. Su pronóstico, lamentablemente, parece estar concretándose.
A mediados de julio de 2025, la Unión Eléctrica reportó un déficit de generación eléctrica superior a los 2000 MW, un nuevo récord que refleja la gravedad de la situación. La desconexión de la patana en La Habana, sin duda, empeora este panorama, dejando a la población cubana expuesta a mayores dificultades.
Según nuestro análisis, basado en el seguimiento periodístico de la situación energética en Cuba, la desconexión de la patana turca revela una gestión ineficiente de los recursos y una falta de transparencia que agrava la crisis eléctrica en la isla. Se hace necesario un mayor esfuerzo por parte de las autoridades cubanas para abordar este problema de manera eficaz y transparente.
Nota: Los enlaces a otros artículos de Martí Noticias se han mantenido en la versión adaptada, y se han añadido dos enlaces externos adicionales con información relevante sobre la crisis energética en Cuba y el contexto político de la isla. La imagen se ha incluido como corresponde al formato especificado.