El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestó en Las Vegas a Jorge Javier Rodríguez Cabrera, un exfuncionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba con profundos lazos con la élite del régimen. Su detención destapa una trama de conexiones privilegiadas, incluyendo una amistad íntima con el nieto y guardaespaldas de Raúl Castro, y la creación de una controversial empresa de envíos a la isla tras haber entrado a Estados Unidos como solicitante de asilo.
De Diplomático del Régimen a Solicitante de Asilo
La historia de Rodríguez Cabrera es un laberinto de contradicciones. En 2022, cruzó la frontera sur de EE. UU. pidiendo asilo político, un acto que contrasta fuertemente con su pasado. Durante años, formó parte del cuerpo diplomático del MINREX y su cercanía con el poder era innegable, especialmente con Raúl Guillermo Rodríguez Castro, alias «El Cangrejo», nieto y jefe de seguridad de Raúl Castro. Según fuentes de ICE, el exfuncionario ha sido puesto en proceso de deportación expedita.
La evidencia de sus vínculos es contundente. Fotografías lo muestran junto a Raúl Castro y «El Cangrejo» durante una visita oficial a Estados Unidos en 2015. Según el investigador Luis Domínguez, fue precisamente su amistad con el nieto de Castro lo que le permitió escalar posiciones y viajar, a menudo para realizar encargos personales para la élite.

Gran Azul LLC: La Empresa Bajo la Lupa
Tras establecerse en Las Vegas, y después de realizar trabajos menores, Rodríguez Cabrera dio un salto empresarial sorprendente. En noviembre de 2024, registró Gran Azul LLC, una compañía de envíos puerta a puerta a Cuba que también ofrece logística, venta de autos y paquetes turísticos. Documentos oficiales del estado de Nevada lo confirman como «manager», otorgándole pleno control legal. Su rápido crecimiento y fuerte inversión en marketing en varias ciudades de EE.UU., incluyendo Miami y Houston, levantaron sospechas en la comunidad del exilio.
Un Patrón de Empresas con ADN del Régimen
El caso de Rodríguez Cabrera parece encajar en un patrón que expertos y periodistas de investigación han señalado repetidamente. La opacidad de su figura y la de su socio, Marcel Blanco Fernández, quienes evitaron todo contacto con la prensa, no hizo más que alimentar las dudas sobre el origen de su capital y sus verdaderas intenciones.
La periodista de investigación Claudia Padrón Cueto, de Cubanet, advirtió que «la mayoría de las empresas exitosas vinculadas a los envíos a Cuba tienen conexiones directas con el régimen o están manejadas por testaferros del propio gobierno«. Según ella, es común que al frente de estos negocios se encuentre alguien que perteneció al círculo de poder antes de abandonar la isla.
Este arresto no solo pone fin, por ahora, a la carrera empresarial de Rodríguez Cabrera en Estados Unidos, sino que también intensifica el debate sobre cómo figuras vinculadas a la dictadura cubana logran operar y prosperar en el exilio, a menudo bajo la apariencia de simples migrantes.