El gobierno de Estados Unidos ha emitido una alerta oficial sobre las crecientes amenazas para EEUU tras el reciente bombardeo a instalaciones nucleares en Irán. A través de un boletín del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se advierte que el conflicto ha creado un «entorno de mayor amenaza» dentro del territorio estadounidense, que abarca desde ciberataques hasta posibles atentados.
¿Cuáles son las amenazas específicas según el DHS?
El boletín del Sistema Nacional de Alertas sobre Terrorismo detalla varios riesgos potenciales. Las autoridades estadounidenses creen que el país podría enfrentar una serie de acciones hostiles como respuesta directa a la operación militar contra el programa nuclear de Irán. Las principales preocupaciones son:
- Ciberataques: Se prevén ataques de bajo nivel por parte de hacktivistas proiraníes, así como operaciones más sofisticadas de actores cibernéticos afiliados al gobierno de Irán contra redes estadounidenses.
- Ataques a funcionarios: Irán mantiene su compromiso de atacar a funcionarios estadounidenses considerados responsables de la muerte de un alto comandante militar en 2020.
- Extremistas violentos: Existe la posibilidad de que individuos en EEUU, motivados por sentimientos antisemitas o antiisraelíes, se movilicen para cometer actos violentos, especialmente si el liderazgo iraní emitiera un llamado a la represalia.
La postura de Washington: «No estamos en guerra con Irán»
A pesar de la escalada, la Administración Trump ha negado estar en guerra con la República Islámica. «No estamos en guerra con Irán. Estamos en guerra con su programa nuclear», declaró el vicepresidente, JD Vance, en una entrevista con la cadena NBC. Vance aseguró que no hay interés en desplegar tropas, pero advirtió que Teherán enfrentará «una fuerza abrumadora» si responde militarmente.
En la misma línea, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que la operación «Midnight Hammer» no buscaba un «cambio de régimen» y que su único fin era neutralizar la capacidad nuclear iraní. El Pentágono sigue evaluando los daños para determinar el alcance del desmantelamiento logrado.
La respuesta de Irán: advertencias y posibles represalias
Irán ha calificado el ataque de «guerra peligrosa» y ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. El ministro de Exteriores, Abás Araqchí, advirtió que la ofensiva «tendrá consecuencias duraderas» y que su país se reserva «todas las opciones» para responder.
La Guardia Revolucionaria prometió acciones que «escapan a los cálculos» de Washington, mientras el Parlamento iraní ha exigido el cierre del estrecho de Ormuz, una ruta vital por donde transita el 20% del petróleo mundial.
Reacciones divididas en la comunidad internacional
El ataque ha generado una fractura en la comunidad internacional. Israel, a través de su primer ministro Benjamín Netanyahu, felicitó a Trump por su «audaz decisión». En contraste, la Comisión Europea, junto con Rusia, China y varios gobiernos árabes y latinoamericanos, condenaron la ofensiva y pidieron contención.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró «gravemente alarmado», recordando que «no hay solución militar». Sin embargo, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, defendió la acción afirmando que «el mundo hoy es más seguro» y que muchos países que condenan el ataque en público lo apoyan en privado.