Los residentes de Santiago de Cuba y Granma recibirán una nueva herramienta digital que busca aliviar la gestión de un recurso vital: podrán, a partir de ahora, reservar su turno para adquirir gas licuado en Cuba mediante la aplicación Transfermóvil. Este nuevo servicio, aunque presentado como un avance tecnológico, llega en un momento de profunda crisis estructural que ha dejado a miles de cubanos sin gas para cocinar durante meses, sumiendo a muchos en la necesidad de recurrir a métodos de cocción más rudimentarios.
El Nuevo Servicio de Turnos Digitales para Gas Licuado
El nuevo servicio digital, anunciado por TV Santiago y desarrollado por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), promete una mayor organización en la adquisición del gas licuado en Cuba. Los usuarios podrán generar una solicitud de compra, obtener un número en la cola y recibir recordatorios por SMS tanto 24 horas antes como el mismo día del turno, incluyendo el punto exacto donde deben acudir para la recolección.

Además de estas funcionalidades básicas, el servicio de Transfermóvil ofrece ventajas adicionales:
- Seleccionar o modificar la fecha de su turno según la disponibilidad.
- Gestionar turnos para dos personas adicionales, una opción útil para asistir a vecinos o familiares que no tienen acceso a la aplicación.
- Conservar los turnos solicitados anteriormente mediante el sistema de Ticket, los cuales se mantendrán vigentes hasta que se agoten.
Para acceder a esta nueva funcionalidad, es indispensable que los usuarios cuenten con la última versión de Transfermóvil (1.250610), que se puede descargar a través de Apklis o mediante el canal oficial de Telegram de la aplicación. Esta digitalización busca, en teoría, optimizar la gestión de las colas, que se han convertido en un símbolo de la precariedad cotidiana en la isla.
La Cruda Realidad de la Escasez de Gas Licuado en Cuba
La implementación de este servicio digital se produce en un contexto de profunda crisis en el suministro de gas licuado en Cuba. Apenas unos días antes del anuncio, el propio ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, confesó en el pódcast oficial “Desde la Presidencia” una situación alarmante: un barco cargado con gas licuado permaneció anclado frente a Santiago de Cuba durante casi cuatro meses debido a la incapacidad del régimen para realizar el pago.
Según el ministro, de los 150 días transcurridos este año, en 117 días no hubo gas disponible en la isla. “No lo podíamos descargar. No tenemos financiamiento”, lamentó. Aunque el gobierno logró reunir el dinero, las sanciones y restricciones internacionales impidieron completar la operación bancaria, evidenciando los complejos desafíos económicos y geopolíticos que enfrenta el país.
Desde finales de 2024, los cubanos han enfrentado una escasez aguda de gas licuado, un combustible vital para cocinar en la mayoría de los hogares urbanos. Esta situación ha obligado a muchas familias a regresar a prácticas que se consideraban superadas, como el uso de leña o carbón para cocinar. Las imágenes de personas haciendo colas interminables desde la madrugada, o improvisando fogones rústicos en patios y balcones, reflejan un retroceso alarmante en las condiciones de vida de la población, haciendo aún más irónico el lanzamiento de una aplicación para gestionar algo que apenas existe.
Brecha Digital y Dolarización: Desafíos al Acceso
Aunque la nueva función de Transfermóvil busca digitalizar y, en teoría, «ordenar» las colas, no aborda el problema central y más grave: la crónica falta de suministro de gas licuado en Cuba. Además, este avance se produce en un momento en que la brecha digital en la isla se amplía debido a medidas impuestas por la propia ETECSA, el monopolio estatal de las telecomunicaciones.
El 30 de mayo, ETECSA anunció un nuevo paquete de medidas que restringe las recargas en pesos cubanos (CUP) y favorece desproporcionadamente la compra de planes en dólares estadounidenses (USD) a través de tarjetas internacionales o el Monedero MiTransfer. Esto ha llevado a que los paquetes en moneda nacional alcancen precios exorbitantes: un plan de 15 GB, por ejemplo, cuesta casi 12,000 CUP, una cifra que supera el salario mínimo mensual en Cuba. Esta política implica que un número creciente de cubanos quedará excluido del acceso a servicios digitales esenciales, incluida la misma Transfermóvil, ya sea por no tener un teléfono compatible, por no poder pagar los altos costos de los datos móviles o, fundamentalmente, por carecer de acceso a divisas.
En resumen, la iniciativa de digitalizar los turnos para el **gas licuado en Cuba** es un esfuerzo por mejorar la gestión, pero la paradoja es evidente: no resuelve la escasez subyacente y, al depender de un acceso a internet cada vez más dolarizado, exacerba la exclusión digital y las desigualdades sociales en un país ya sumido en una profunda crisis económica y energética. El reto real sigue siendo garantizar el suministro y el acceso equitativo a servicios básicos para toda la población.