Una crítica situación se vivió en el Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto de Guantánamo, la principal institución sanitaria de la provincia, donde graves fallas en los ascensores paralizaron su funcionamiento durante más de dos semanas. Esta avería técnica afectó seriamente la operatividad de servicios esenciales, sumando dificultades a pacientes y personal en un contexto ya marcado por carencias.
Según informó el periódico oficial Venceremos, los problemas comenzaron el pasado 30 de abril con fallas intermitentes en los elevadores. La situación se agravó en los primeros días de mayo, cuando todos los ascensores del centro hospitalario dejaron de operar por completo. La causa de esta paralización fue atribuida al deterioro de conectores eléctricos y tarjetas de control, además de la antigüedad general del sistema y la crónica falta de repuestos disponibles en el mercado nacional.
Impacto Inmediato: Pacientes y Suministros por las Escaleras
El impacto de las fallas en los ascensores del Hospital de Guantánamo fue inmediato y severo. El transporte de pacientes, incluyendo aquellos en estado delicado, así como el traslado de alimentos, insumos médicos e incluso de fallecidos, tuvo que realizarse manualmente por las escaleras del edificio. Esta situación añadió considerables molestias y riesgos tanto para los enfermos como para sus familiares, quienes ya enfrentan las carencias habituales del sistema de salud cubano.
Los trabajadores del servicio de alimentación, por ejemplo, se vieron obligados a subir y bajar bandejas y utensilios entre los diferentes pisos del hospital, un esfuerzo físico considerable. De manera similar, el traslado de pacientes entre áreas se realizó exclusivamente en camillas, lo que no solo dificultó la atención médica oportuna, sino que también aumentó significativamente la carga física y el estrés del personal médico y de enfermería, según reconoció el propio periódico oficialista.
Reparación Parcial y Uso Restringido de los Ascensores
La situación solo comenzó a mostrar una ligera mejoría el 19 de mayo, cuando finalmente llegaron algunas piezas de repuesto desde La Habana. Una brigada técnica, procedente de Santiago de Cuba, se trasladó a Guantánamo para acometer las reparaciones. Durante tres días de trabajo continuo, los técnicos lograron poner en funcionamiento dos de los ascensores averiados.
Sin embargo, las autoridades del hospital decidieron limitar el uso de estos dos elevadores reparados, en un intento por preservar su operatividad y evitar nuevas fallas. Esta medida evidencia que el problema de fondo está lejos de resolverse de manera definitiva y que la situación podría repetirse en cualquier momento. El protocolo actual restringe el uso de los ascensores rehabilitados exclusivamente al transporte de pacientes, medicamentos y alimentos, lo que refleja la precariedad de la solución implementada y la limitada capacidad del sistema de salud para garantizar el funcionamiento continuo de equipamiento básico y esencial.
No obstante, la administración del centro hospitalario prometió que existe un compromiso a nivel nacional para instalar dos ascensores completamente nuevos en el transcurso de este año. Esta iniciativa formaría parte de un programa de modernización más amplio que, en 2022, incluyó la puesta en marcha de una nueva planta de oxígeno medicinal en la institución. A pesar de estas promesas, la realidad actual demuestra que las fallas estructurales persisten y continúan afectando directamente la calidad de la atención médica en Guantánamo.
Un Problema Recurrente en el Sistema de Salud Cubano
La paralización de los ascensores en hospitales cubanos no es, lamentablemente, un hecho aislado. Situaciones similares han ocurrido en otras instituciones del país. En el hospital de Cárdenas, en la provincia de Matanzas, se reportó que durante quince días no se pudo utilizar el único ascensor disponible, generando una tensión diaria entre familiares y trabajadores. Las quejas por la ausencia de soluciones sostenibles para estos problemas técnicos, que afectan directamente la dignidad y seguridad de los pacientes, son recurrentes.
Las consecuencias humanas de estas fallas en los ascensores del Hospital de Guantánamo y otros centros han sido dramáticas. En otro hospital matancero, una mujer embarazada estuvo a punto de morir cuando, debido a la inoperancia del ascensor, tuvo que ser trasladada en camilla por las escaleras, lo que complicó gravemente su estado clínico. Este tipo de situaciones, que deberían ser excepcionales, parecen haberse normalizado peligrosamente en la atención hospitalaria cubana.
Ya en 2018 se documentaban hechos que daban cuenta de la magnitud de este deterioro: un joven tuvo que ser sacado del salón de operaciones en una camilla a través de las escaleras por falta de elevador. El traslado forzoso fue captado en video, mostrando una escena alarmante que resumía con crudeza el precario estado del equipamiento hospitalario, cuya modernización sigue siendo una deuda pendiente del sistema de salud cubano.
Preguntas frecuentes sobre las fallas en los ascensores del Hospital de Guantánamo
¿Qué causó la paralización de los ascensores en el Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto de Guantánamo?
La paralización de los ascensores fue causada por una combinación de factores: el deterioro de conectores eléctricos y tarjetas de control, la antigüedad del sistema general de los elevadores y la persistente falta de piezas de repuesto en el mercado nacional cubano. Estos elementos contribuyeron a la falla total que afectó gravemente la operatividad del hospital.
¿Cuánto tiempo estuvieron fuera de servicio los ascensores del hospital en Guantánamo?
Los ascensores del Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto en Guantánamo estuvieron completamente fuera de servicio durante más de dos semanas. Las fallas comenzaron de forma intermitente el 30 de abril y se agravaron hasta la paralización total en los primeros días de mayo, no logrando una reparación parcial hasta el 19 de mayo.
¿Qué medidas se tomaron para solucionar el problema de los ascensores en el hospital de Guantánamo?
Para solucionar el problema, se enviaron piezas de repuesto desde La Habana y una brigada técnica especializada de Santiago de Cuba trabajó durante tres días consecutivos. Como resultado, se lograron reparar dos de los ascensores. Sin embargo, debido a la precariedad de la solución, su uso ha sido restringido exclusivamente al transporte de pacientes, medicamentos y alimentos para intentar preservar su operatividad.
¿Cómo afectó la avería de los ascensores a las operaciones del hospital?
La avería de los ascensores tuvo un impacto severo en las operaciones diarias del Hospital de Guantánamo. El transporte de pacientes, alimentos, insumos médicos e incluso de fallecidos tuvo que realizarse manualmente por las escaleras. Esto no solo aumentó considerablemente la carga física y el estrés del personal médico y de apoyo, sino que también generó molestias y riesgos adicionales para los pacientes y sus familiares, quienes ya enfrentan otras carencias dentro del sistema de salud cubano.