Al menos cinco viviendas sufrieron un alarmante derrumbe en Boyeros, específicamente en la barriada de Wajay, durante la tarde de este sábado. El incidente ha dejado a varias familias en una situación de vulnerabilidad y ha reavivado el debate sobre el estado del fondo habitacional en Cuba y las trabas burocráticas para su reparación.
Según diversos reportes difundidos en redes sociales, se desplomaron los techos de madera y tejas de los portales de las viviendas afectadas, así como algunos pedazos de las cubiertas en el interior de las casas. Afortunadamente, y a pesar de la magnitud del siniestro, hasta el momento no se ha esclarecido el estado exacto de los afectados, pero los informes iniciales aseguran que no hubo lesionados ni víctimas mortales.

Residentes Logran Rescatar Pertenencias Tras el Derrumbe en Boyeros
El usuario identificado como Loidel Gainza, quien compartió imágenes del hecho, comunicó que los residentes de las viviendas afectadas por el derrumbe en Boyeros lograron sacar la mayoría de sus pertenencias tras el colapso. Las fotografías compartidas por diversos internautas evidencian la gravedad del daño: escombros esparcidos por doquier, entradas de las casas completamente bloqueadas por el derrumbe y habitaciones sin techo, expuestas a la intemperie.
A pesar de la seriedad del incidente y el impacto en varias familias, la prensa oficialista cubana no se había hecho eco de la noticia ni había esclarecido si el número exacto de viviendas afectadas fue de cinco o seis, como afirmaron algunos internautas en sus publicaciones.

Denuncias por Restricciones Patrimoniales y Negligencia Estatal
De acuerdo con los cientos de comentarios expresados en las publicaciones de Facebook que documentaron el derrumbe de viviendas en Boyeros, las casas se encontraban en peligro de colapso desde hacía tiempo. Sin embargo, los residentes afirman que el régimen no otorgaba permisos para realizar construcciones o reparaciones necesarias debido a que se trata de una zona catalogada como «patrimonial».
El internauta Onelio García precisó que el siniestro tuvo lugar en viviendas de la Carretera Norte del poblado de Wajay, un antiguo camino que conectaba al poblado con el Central Toledo y el Hipódromo de Marianao. «Esta parte del pueblo, era una zona ‘Patrimonial del poblado’ que mantenía aún en pie los antiguos tejados y casas de madera que identificaban la entrada del pueblo… Gracias a Dios, no hubo que lamentar pérdidas de vidas humanas», comentó García.

La frustración de los afectados es palpable. Lis Milagro Grau Izquierdo, cuya casa familiar fue una de las dañadas, escribió: «Cinco familias afectadas en la localidad del Wajay entre ellas la casa de mi difunta abuela y dónde yo nací, qué dolor al ver esa casa sin techo, pero más triste ver a mis sobrinas y a otras madres llorando por no saber que rumbo tomen sus vida y la de sus hijos. Mi pregunta es, ¿había que esperar a que estas personas perdieran todo? ¿Era tan difícil modificar que si eran patrimonio o no para reparar sus viviendas?». Concluyó su mensaje destacando el impacto psicológico: «Gracias a Dios no se perdieron vidas ni hubo lesionados, pero psicológicamente niños, madres, y ancianos están todos abatidos».

El Alarmante Estado del Fondo Habitacional en Cuba
El derrumbe de viviendas en Boyeros es un reflejo de una crisis mayor. El estado del fondo habitacional en Cuba es alarmante: un 35 % de las viviendas se encuentran en mal estado, según datos oficiales difundidos por el propio gobierno en diciembre pasado. Delilah Díaz Fernández, directora general de la Vivienda, reconoció en la Asamblea Nacional que al cierre de 2024, solo el 65 % de las 4,078,519 viviendas registradas estaba en condiciones aceptables.
Sin embargo, informes independientes sugieren que el deterioro habitacional es aún superior. El abogado Yaxis Cires, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), declaró a Martí Noticias que los estudios realizados por esa organización indican que “alrededor del 30 % está en buenas condiciones, todo lo otro necesita repararse o tiene peligro de derrumbe”. Este tipo de incidentes, lamentablemente, no son aislados y exponen la urgente necesidad de soluciones para la crisis de vivienda en la isla.