Parte del techo de una sala clínica se desplomó durante la madrugada, provocando pánico entre pacientes y acompañantes, en el último de una serie de incidentes que reflejan el avanzado deterioro de la infraestructura hospitalaria cubana.
La Habana – Un nuevo derrumbe parcial ocurrió este miércoles en el Hospital Universitario General Calixto García, uno de los centros de salud más emblemáticos de Cuba, exponiendo una vez más el grave deterioro de la infraestructura sanitaria en la isla. El incidente ocurrió alrededor de las seis y media de la mañana en la entrada de la Sala Clínica Alta, cuando fragmentos del cielo raso comenzaron a caer sobre el área donde se encontraban pacientes y acompañantes que aún dormían.
“Los pacientes estaban durmiendo todavía, la gente se asustó, empezaron a ponerse nerviosos”, relató un testigo que presenció el hecho y que solicitó mantener su identidad en el anonimato por miedo a represalias. El desplome afectó específicamente la zona del recibidor donde trabajan las enfermeras, desprendiendo parte del piso superior y del techo, tal como muestran imágenes difundidas por medios independientes.
La misma fuente describió el estado general de la sala como «muy malo», con un deterioro constructivo visible en todas las áreas. “En los baños no hay luz, todo oscuro, tremenda puercada; hay paredes con huecos y se ven las cabillas y las tuberías expuestas”, detalló, pintando un cuadro de abandono y precariedad.
Este no es un incidente aislado en el Hospital Calixto García. En 2023, parte del falso techo del salón de postoperatorio se desplomó entre los pacientes ingresados, causando alarma. Un usuario en la red social X, identificado como Diarmuid, denunció en esa ocasión: «Hoy es la segunda vez que vuelven a caerse pedazos del techo en el salón de postoperatorio del Calixto García en La Habana. La primera vez fue hace tres semanas cuando cayeron algunos escombros encima de un médico y un paciente». Incluso en 2021, se registró un evento similar donde un pedazo de techo cayó directamente sobre un paciente.
Estos repetidos incidentes se enmarcan en una de las peores crisis sanitarias de la historia reciente de Cuba. El sistema de salud enfrenta una combinación de hospitales colapsados, una severa escasez de medicamentos, brotes epidemiológicos de dengue, chikungunya y oropouche, y una creciente falta de recursos y personal capacitado para responder a las emergencias.
Mientras las autoridades mantienen una retórica que presenta al país como una «potencia médica», la realidad dentro de instituciones como el Calixto García contradice abiertamente este discurso. La frecuencia de estos derrumbes y las pésimas condiciones higiénico-sanitarias han llevado a que miles de cubanos eviten acudir a los hospitales, no solo por la falta de atención oportuna, sino por el riesgo físico que representa el simple hecho de permanecer en instalaciones en estado de ruina. Lo que una vez fue un pilar de la propaganda estatal se ha convertido hoy en un símbolo del colapso generalizado.














