Una publicación oficialista con un discurso del mandatario desata una avalancha de críticas que reflejan el profundo descontento popular ante la crisis económica y social.
Una publicación en el perfil oficial de Cubadebate, que reproducía fragmentos de un discurso del presidente Miguel Díaz-Canel, ha desencadenado una ola de indignación y críticas masivas en redes sociales, evidenciando el profundo hartazgo de la población con la situación del país. El mensaje oficial, pronunciado en el acto por los 20 años de la Cumbre de los Pueblos y el “No al ALCA”, destacaba que “los principios no son negociables” y ensalzaba “la dignidad y el valor de los pueblos”.
Sin embargo, este tono triunfalista, emitido en medio de una de las peores crisis económicas, sanitarias y sociales de las últimas décadas, fue recibido con más de mil comentarios en pocas horas, la gran mayoría de ellos cargados de frustración, ironía y rechazo. Los usuarios contrastaron las palabras del mandatario con la cruda realidad que viven a diario: escasez de alimentos, medicamentos y servicios básicos, apagones constantes y un deterioro generalizado de la calidad de vida.
“Los principios no se comen ni se toman. La gente no quiere resistir, quiere vivir y no sumidos en oprobio. Deja ya el cantinfleo”, escribió una usuaria, resumiendo el sentir de muchos. Otro comentario señaló: “Dos libras de arroz en la bodega en tres meses”, poniendo en evidencia la crítica situación de desabastecimiento.
Las críticas también apuntaron hacia la figura del propio Díaz-Canel y la cúpula gobernante. “¿De qué dignidad habla este?”, “Gobierno inepto, mentiroso, oportunista”, y “El títere ya da asco”, fueron algunas de las expresiones recurrentes. Varios internautas hicieron referencia al reciente escándalo de corrupción del exministro de Economía, Alejandro Gil, para cuestionar la supuesta integridad de los líderes: “Ustedes no tienen principios, lo han demostrado con el escándalo de Alejandro Gil”.
La publicación, que superó los 1.200 comentarios en menos de 24 horas, se convirtió en un inusual espacio de rechazo generalizado dentro de una plataforma oficialista, donde normalmente predominan los mensajes de apoyo. Este estallido de descontento se produce en un contexto de creciente malestar ciudadano, agravado recientemente por la lentitud e insuficiencia de la respuesta estatal a los daños causados por el huracán Melissa. La brecha entre el discurso oficial y la experiencia cotidiana de los cubanos parece más amplia y evidente que nunca.












