Cuatro muchachos, entre ellos el hermano de Arianna Cabezas, fueron golpeados y obligados a firmar confesiones falsas tras un robo en la vivienda de un alto funcionario del Partido Comunista.
En la provincia de Las Tunas, cuatro jóvenes permanecen encarcelados tras ser detenidos, golpeados y forzados a firmar confesiones bajo tortura, acusados de un robo en la vivienda del primer secretario del Partido Comunista en la provincia. Según el testimonio de Arianna Cabezas, su hermano presenta una lesión en la espalda producto de las golpizas, fue aislado y amenazado con implicar a otro familiar si no firmaba la declaración preparada por las autoridades.
Otro de los detenidos, conocido como “Memo”, sufre incontinencia urinaria y trauma psicológico debido al maltrato recibido. Las familias, sin recursos ni acceso a abogados independientes, han buscado infructuosamente ayuda en instancias como Ciudadanía y la Oficina de Derechos Humanos en La Habana. Este caso evidencia la utilización de métodos represivos y la fabricación de culpables para satisfacer intereses políticos, en un sistema judicial carente de transparencia y garantías.













