El ministro de Transporte confirmó graves daños en la infraestructura ferroviaria, con tramos completos colgando sobre zanjas y terraplenes destruidos, lo que paraliza el transporte en el oriente.
El sistema ferroviario en el oriente de Cuba enfrenta una crisis sin precedentes tras el paso del huracán Melissa, que dejó tramos completos de la vía férrea destruidos o literalmente suspendidos en el aire. El ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, confirmó este sábado severas afectaciones, entre ellas la destrucción del terraplén en el kilómetro 205.8 en Palma Soriano y secciones entre los kilómetros 833 y 834.5 donde “ambas carrileras están con la vía en el aire”.
Las imágenes difundidas por las autoridades muestran rieles colgando sobre abismos, puentes socavados y vías bloqueadas por árboles y escombros. Como consecuencia, los servicios de trenes de pasajeros y carga permanecen cancelados en toda la región oriental, incluyendo las rutas Santiago de Cuba–La Habana y La Habana–Bayamo–Manzanillo. Brigadas del sector trabajan en la evaluación y reparación de los daños, pero la magnitud de la destrucción sugiere que la recuperación tomará tiempo, prolongando el aislamiento y las dificultades logísticas para llevar ayuda a las zonas afectadas.














