El mandatario visitó una fábrica de construcciones militares donde se adaptan contenedores marítimos como solución habitacional, una medida recibida con escepticismo popular.
El presidente Miguel Díaz-Canel se desplazó a la provincia de Holguín, una de las más golpeadas por el huracán Melissa, donde visitó la Empresa de Construcciones Militares de Pedernales. Durante el recorrido, inspeccionó el proceso de fabricación de viviendas utilizando contenedores marítimos reciclados, una solución que el gobierno promueve para albergar a las familias que lo perdieron todo. Díaz-Canel calificó estas estructuras como «confortables viviendas» que serán entregadas a los damnificados.
Sin embargo, la iniciativa ha generado una oleada de críticas y escepticismo en la población y las redes sociales. Muchos se preguntan sobre la habitabilidad real de estos contenedores metálicos bajo el intenso calor del oriente cubano, especialmente durante los frecuentes y prolongados apagones eléctricos. La medida es vista por algunos como un paliativo improvisado y una campaña de propaganda, que contrasta con la demanda ciudadana de soluciones habitacionales dignas, materiales de construcción de calidad y una ayuda inmediata y transparente que aún no llega a la mayoría de los afectados.














