El USS Gerald R. Ford, el buque insignia de la armada estadounidense, ha sido enviado a la región por orden del presidente Trump, en una escalada de la campaña militar contra las organizaciones criminales transnacionales.
En una muestra de fuerza sin precedentes, la administración Trump ha ordenado el despliegue del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque en el Caribe. La misión, confirmada por el Pentágono, tiene como objetivo declarado «desmantelar organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar el narcoterrorismo» en defensa de la seguridad nacional de Estados Unidos.
El grupo de ataque, que incluye al gigantesco portaaviones y tres destructores, se desplegará bajo el área de responsabilidad del Comando Sur (USSOUTHCOM), que abarca 31 países de América Latina y el Caribe. Este movimiento duplicará la presencia militar estadounidense en la región, añadiendo unos 5,000 efectivos a los aproximadamente 6,000 ya desplegados. La decisión se produce en el contexto de una serie de operaciones militares recientes en el Caribe, incluidos ataques a embarcaciones presuntamente vinculadas al crimen organizado, y ha generado preocupación en países como Venezuela, cuyas costas se verían rodeadas por este poderío naval.














