La provincia cubana reporta alta transmisión y circulación de dos serotipos de dengue, con focos críticos en Versalles y La Playa, en medio de un sistema sanitario colapsado y falta de medicamentos.
La provincia de Matanzas enfrenta una grave crisis sanitaria debido a la expansión descontrolada del dengue y el chikungunya, donde las autoridades locales, en lugar de reforzar medidas efectivas, han depositado sus esperanzas en la llegada del invierno para que las temperaturas más bajas «limiten naturalmente» la proliferación del mosquito Aedes aegypti. Durante una reunión oficial encabezada por el primer secretario del Partido Comunista en Matanzas, Mario Sabines Lorenzo, se confirmó que la transmisión del dengue se mantiene elevada en todo el municipio cabecera, con focos críticos en los consejos populares de Versalles, La Playa y Matanzas Oeste. El doctor Andrés Lamas Acevedo, director provincial de Higiene, advirtió que en la provincia circulan simultáneamente los serotipos 3 y 4 del dengue, lo que aumenta el riesgo de casos graves.
Pese a la gravedad del brote, las acciones del gobierno se limitan a un esquema repetitivo: fumigaciones intensivas con 28 «bazucas» recibidas y la movilización de estudiantes de medicina y organizaciones de masas para labores de saneamiento. Esta estrategia ha demostrado ser insuficiente durante años. La crisis se ha agravado con la muerte de una joven de Cárdenas por dengue hemorrágico, quien no recibió tratamiento adecuado a tiempo, un trágico reflejo del colapso hospitalario y la escasez de medicamentos. Mientras, el ministro de Salud Pública negó públicamente la existencia de muertes vinculadas al brote, en una postura que contrasta con la realidad de calles infestadas de mosquitos, acumulación de basura y aguas estancadas que reportan los vecinos.














