La representación diplomática afirma que las leyes estadounidenses permiten exportaciones humanitarias, responsabilizando a La Habana por el desabastecimiento interno
La Embajada de Estados Unidos en Cuba emitió un comunicado desmintiendo la narrativa oficial del gobierno cubano que atribuye al embargo estadounidense la escasez de alimentos, medicinas y equipamiento médico. Según la declaración, las leyes y regulaciones de EE.UU. permiten explícitamente estas exportaciones hacia la isla desde hace décadas, y las restricciones financieras aplican únicamente a transacciones con entidades controladas por los servicios de seguridad cubanos.

“Las restricciones estadounidenses a ciertas transacciones entre ciudadanos estadounidenses y ciertas entidades en Cuba no prohíben la venta de productos extranjeros a Cuba desde terceros países”, explicó la Embajada, calificando de “discursos falsos” los argumentos del régimen. La nota añadió que, cuando se ha ofrecido facilitar la adquisición de suministros médicos, La Habana ha rechazado la ayuda. El comunicado se produce en medio de una crisis sanitaria en Cuba, donde ciudadanos y profesionales de la salud reportan desabastecimiento crónico de medicamentos e insumos básicos, un problema que economistas independientes atribuyen también a la baja productividad, la falta de inversión y la corrupción.














