Una nueva denuncia ciudadana revela el entramado de corrupción que rodea a la empresa estatal dirigida por Raynel Sanjurjo Castro en La Habana.
Según testimonios, Sanjurjo maneja la entidad como un negocio privado junto a su esposa, Yianiurki López Estrada, quien dirige una Unidad Básica de la misma empresa. El esquema es simple: compran productos a una MIPYME en 4ta y 8 Vías, los revenden en la unidad dirigida por Yianiurki con un recargo del 10%, entregan apenas un 3% a la empresa y se quedan con el 7% restante.
Pero la corrupción no termina ahí:
• El mes pasado, Sanjurjo realizó pagos irregulares a tres TCP, lo que provocó que el banco cerrara la cuenta de la empresa por bancarrota.
• También se le acusa de vender combustible y desviar parte hacia un barco pesquero de su padre en La Lisa.
• Todo esto con el respaldo del oficial del DTI Raidel Rondón Arias, que lo protege de cualquier investigación.
Mientras tanto, los trabajadores lo rechazan por su carácter abusivo y corrupto, pero en el Gobierno Provincial goza de padrinos que lo mantienen intocable.
Este caso vuelve a mostrar cómo el amiguismo y la impunidad sostienen la podredumbre dentro del sistema estatal cubano.
© LMSREPORTA














