En una contundente declaración de cara a la nueva administración, el congresista republicano por Florida, Mario Díaz-Balart, afirmó que los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua no resistirán la presión restablecida durante el segundo mandato del presidente Donald Trump, cuyo retorno a la Casa Blanca en enero de 2025 ha marcado un giro hacia una política exterior más firme en América Latina.
Durante una entrevista con la periodista cubanoamericana Ninoska Pérez, el influyente legislador de origen cubano argumentó que estos gobiernos autoritarios «están rezando» por un resultado electoral adverso a Trump en el futuro, ya que la estrategia de máxima presión política y económica de su administración los ha situado, a su juicio, en una posición crítica.
“Estoy convencido de que el régimen de Venezuela, igual que el de La Habana y el de Managua, no sobreviven otros cuatro años del presidente Trump, por su actitud de solidaridad con los pueblos oprimidos y su firmeza frente a los tiranos”, declaró Díaz-Balart.
El congresista estableció un claro contraste entre la actual postura de la Casa Blanca y la de administraciones anteriores, como las de Barack Obama y Joe Biden, a las que acusó de buscar una «normalización» con gobiernos autoritarios, lo que –en su opinión– debilitó el cerco internacional sobre dichos regímenes.
“Estas dictaduras están haciendo todo lo posible por resistir hasta las elecciones de Estados Unidos. Esperan un cambio que les permita volver a ser legitimadas y beneficiadas por una administración más blanda”, subrayó el representante.
Díaz-Balart también respaldó la posible designación formal del régimen de Nicolás Maduro como «Estado patrocinador del terrorismo», una medida que, según dijo, refleja la peligrosa relación de Caracas con grupos extremistas. “Los hechos están claros. El régimen de Venezuela no combate el terrorismo, lo facilita”, afirmó.
Como uno de los voceros más destacados de la línea dura contra los gobiernos de La Habana, Caracas y Managua, el congresista agradeció públicamente el compromiso de Trump en la lucha contra el comunismo durante un reciente acto en Miami con líderes del exilio cubano y venezolano.
“La situación en Venezuela, Nicaragua y Cuba no es solo desastrosa para sus pueblos, sino también una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos”, concluyó Díaz-Balart, cerrando una intervención que refuerza el mensaje de una administración decidida a intensificar su ofensiva diplomática y económica en la región.













