Organizaciones de derechos humanos han encendido las alarmas ante las condiciones “inhumanas” que padecen cientos de migrantes en centros de detención de ICE administrados por la corporación GEO Group en el condado de Kern, California.
Según denuncias recopiladas por Faith in the Valley, los internos son sometidos a trabajos forzados por apenas un dólar al día, carecen de atención médica adecuada y enfrentan represalias si protestan. Los centros Mesa Verde y Golden State Annex operan con sobrepoblación crítica, duplicando e incluso triplicando su capacidad diseñada.
“Esto no son casos aislados; es un sistema de abuso institucional”, señaló un portavoz de la organización. Activistas exigen la revocación de permisos de operación y la intervención de autoridades sanitarias y congresionales.
La situación refleja una vez más las fallas de un modelo de detención privada que prioriza ganancias sobre la dignidad humana.













